El café afecta a la actividad de las neuronas del cerebro, reduce la fatiga, aumenta la concentración y el estado de alerta. Cuando una persona desarrolla una «adicción al café», eliminar la bebida de la dieta provoca el síndrome de abstinencia. Los primeros síntomas se producen entre 12 y 24 horas después del cese y duran entre 4 y 9 días. Luego el cuerpo se acostumbra a «trabajar» sin la droga y vuelve a la normalidad.
Índice
Dolor de cabeza.
El consumo de 350 ml de café ralentiza el flujo sanguíneo cerebral en un 27%: se produce una constricción de los vasos sanguíneos. Evitarlo bruscamente y reducir significativamente la porción consumida aumenta el flujo sanguíneo al cerebro. Estos cambios provocan dolores de cabeza en el 80% de los casos, mientras el cuerpo se adapta a las «nuevas» condiciones. El cerebro tarda entre 7 y 9 días en acostumbrarse al aumento del flujo sanguíneo.
Somnolencia y fatiga
El consumo de café provoca el bloqueo de un neurotransmisor específico, la adenosina, que es responsable del sueño. Tras excluir la cafeína de la dieta durante 16 horas, se produce un «síndrome de abstinencia», en el que la persona se siente perezosa y cansada todo el día. El cuerpo tarda 2-3 días en recuperar su actividad habitual.
Ansiedad
La cafeína es un estimulante, que aumenta la frecuencia cardíaca (el ritmo del corazón), la presión arterial y los niveles de cortisol y adrenalina, las hormonas del estrés. El cuerpo es psicológica y fisiológicamente dependiente de la «droga» diaria, por lo que no tomarla conduce a un mal funcionamiento del sistema nervioso. Los trastornos de ansiedad son un síntoma frecuente de la «adicción al café», que desaparecen tras 7-10 días después de dejar la bebida.
Problemas de concentración
El café aumenta la actividad de los neurotransmisores dopamina y norepinefrina, que combinados tienen un efecto estimulante en el cerebro y mejoran la concentración. Durante las primeras 2 semanas después de dejar las «dosis» diarias, el cuerpo se acostumbrará a funcionar sin cafeína. La capacidad de concentración en tareas específicas se ve afectada y las capacidades cognitivas de la persona se reducen temporalmente.
Mal humor e irritabilidad
Los científicos han relacionado el consumo regular de café con un menor riesgo de depresión. Mejora el estado de ánimo y da energía y vivacidad. La falta de esta bebida en la dieta de las personas con «adicción al café» suele provocar depresión e irritabilidad.
Los médicos llaman a estas manifestaciones «síndrome de abstinencia». Por ejemplo, el 89% de las personas que querían reducir su consumo del «estimulante» admitieron que no podían dejar el café debido a los síntomas de abstinencia, como la irritabilidad y la ira.
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