Se pensó que era un asesino de televisores y ahora nadie se lo cree: el fracaso del 3D.
Se pensó que era el «asesino de la televisión» y ahora nadie compra un aparato 3D. Las grandes empresas invirtieron mucho dinero en el desarrollo de nuevos modelos, en publicidad, pero después de 7 años dejaron de producir esta serie de electrodomésticos. Entendamos lo que ha provocado el aumento de la popularidad y que luego ha llevado a una drástica caída del interés de los consumidores por la tecnología 3D.
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Televisores 3D: ascenso y descenso de la popularidad
La tendencia del formato 3D la marcó la película de ciencia ficción Avatar, de James Cameron, en 2009. La gente se apresuró a comprar en masa televisores 3D después de ver la película en 2010. Los primeros pedidos salieron volando de las estanterías con una velocidad fantástica. Grandes empresas como Philips, LG, Samsung y Sony se dieron cuenta rápidamente. Para satisfacer la demanda de su popular producto, invirtieron en el desarrollo, lanzando nuevos modelos. No escatimaron en la publicidad de los productos.
Los fabricantes más pequeños, que no podían reconstruir la producción rápidamente, ya estaban calculando las pérdidas, vigilando el mercado de ventas, estimando cuánto tiempo se mantendrían a flote. A partir de 2012, la demanda de televisores compatibles con la tecnología 3D empezó a caer rápidamente y acabó por desaparecer. No tenía sentido lanzar dispositivos que no tenían demanda.
3 factores principales que influyeron en el descenso del interés de los consumidores por los modelos de TV 3D:
- Alto coste. El precio de los dispositivos 3D resultó ser un tercio más alto que el de los electrodomésticos convencionales. Al principio, los consumidores compraron un receptor de TV 3D bajo la influencia de ver Avatar, pero rápidamente se dieron cuenta de que «¿por qué pagar más?
- Gafas especiales. El dispositivo óptico provoca molestias, los ojos se cansan rápidamente, hay náuseas, mareos. Las gafas dificultan la relajación, la comodidad frente al televisor. En algunos casos, tras comprar un aparato, el consumidor ha tenido que pagar una suma considerable de dinero (hasta ¼ del precio del televisor) por las gafas, ya que no venían con todos los modelos. Los fabricantes no tardaron en anunciar que iban a lanzar dispositivos 3D que podían verse sin gafas, pero nadie prestó atención al anuncio.
- Poca cantidad de contenido. El usuario no podía disfrutar plenamente de la emoción de ver programas de televisión, ya que no se estrenaban más de 30 películas de animación y largometrajes en 3D al año. El cliente no tenía prisa en pagar por una opción que no podía aprovechar todo su potencial.
Otra desventaja era que el televisor no podía crear el efecto que los espectadores obtenían al ver las películas en una enorme pantalla de cine.
¿Se fabrican televisores 3D hoy en día?
Desde 2012, el porcentaje de ventas de electrodomésticos con tecnología 3D ha ido disminuyendo. En 2017, por ejemplo, las ventas de televisores 3D cayeron al 1% en Rusia. Este fue el principio del fin.
También en 2017, las grandes empresas anunciaron el cese de estos dispositivos. Hoy en día, comprar un televisor 3D es factible. Es posible encontrar el modelo adecuado en los almacenes terminados, y el aparato también puede comprarse de fábrica.
Perspectivas de la tecnología
Cuando los televisores 4K estuvieron disponibles, las deficiencias de las muestras tridimensionales se hicieron especialmente evidentes. Casi todas las características de los televisores de nueva generación son mejores. Tras haberlos experimentado en acción, los consumidores no quieren volver a los dispositivos que emiten contenidos en 3D.
La mayoría de los usuarios que han comprado 3D no han probado la tecnología más de 1 ó 2 veces. Debido a la limitada cantidad de contenido, es poco probable que alguien decida volver a ver películas en dispositivos que admitan esta función en breve. Por lo tanto, no es razonable esperar un resurgimiento del interés por estos televisores.