Qué hacer si la CPU de tu PC con Windows 10 funciona al 100% y 10 pasos para solucionarlo.
La estabilidad de un PC se ve seriamente afectada por su CPU. Se encarga de procesar diversas operaciones y garantiza una respuesta fluida al interactuar con la interfaz. Pero algunas personas tienen una carga del 100% en la CPU de su PC con Windows 10, y no está claro qué hacer en esa situación. Una carga del 100% no es normal y hace simplemente imposible utilizar el PC. Por eso es importante averiguar la causa del problema.
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Por qué aparece el problema
Una carga de la CPU del 100% indica que el hardware de tu ordenador está trabajando a pleno rendimiento. Todos los recursos del aparato están ocupados, y cada operación sucesiva es difícil de completar.
Hay un sinfín de razones para ello:
- CPU anticuada o débil;
- Mal funcionamiento del sistema de refrigeración;
- Un gran número de programas que se ejecutan en segundo plano;
- Configuración incorrecta del consumo de energía;
- Falta de actualización de los controladores del procesador y otros componentes;
- Consumo excesivo de recursos por parte de la aplicación antivirus;
- Exposición al malware;
- El impacto de la función de superposición.
Al considerar un abanico tan amplio de posibles causas, es difícil identificar inmediatamente el factor exacto que ha causado el problema. Por lo tanto, es una buena idea empezar por determinar si el problema está relacionado con el hardware o con el software.
Qué hacer si la CPU está cargada al 100% en Windows 10
La solución del problema está estrechamente relacionada con la causa del mismo. Es habitual dividir los factores que afectan a tu ordenador en hardware y software. En el primer caso es más difícil resolver el problema porque en la mayoría de los casos hay que sustituir el hardware. Los fallos de hardware, en cambio, pueden resolverse fácilmente con herramientas integradas.
En cualquier caso, hay que tener en cuenta todas las causas posibles (aunque hayas identificado el factor exacto) para resolver el problema por completo. Esto no sólo corregirá el error actual, sino que también evitará posibles problemas futuros.
Si el problema está basado en el hardware
Primero tienes que considerar los métodos de hardware para solucionar la congestión de la CPU. Tras el diagnóstico, puede que la única forma sea sustituir el ordenador o sus componentes individuales. Sin embargo, aún puedes reducir el impacto del problema en el rendimiento del aparato.
Componentes obsoletos
Los ordenadores y sus componentes se actualizan cada año. Un PC que se consideraba potente hace un par de años ahora se percibe como mucho como un «caballo de batalla». Qué decir de los dispositivos económicos, para los que una carga de trabajo constante del 100% es un fenómeno normal.
Ningún usuario que haya pagado una fuerte suma por un ordenador puede aceptar que el hardware esté obsoleto. Afortunadamente, existe una solución alternativa. Se trata de limitar ciertos procesos para reducir la carga de trabajo. Si tu ordenador está obsoleto pero no puedes permitirte sustituirlo, aquí tienes algunas sugerencias:
- Trabaja en 1 o 2 programas a la vez y no más que eso;
- Si es posible, instala versiones más antiguas de las aplicaciones que tengan requisitos de sistema más permisivos;
- Realiza una limpieza periódica de la basura;
- No intentes utilizar aplicaciones que consuman muchos recursos (especialmente juegos y editores de vídeo).
Cómo nota al margen. Intenta tener al menos un 20% del espacio total de almacenamiento disponible para que tu ordenador sea lo más eficiente posible.
Si ninguna de estas sugerencias te ayuda, puede que tengas que considerar la posibilidad de sustituir el ordenador. La instalación de nuevos herrajes para sustituir los antiguos puede ahorrarte dinero. Pero recuerda que el procesador es una de las muchas partes de una sola máquina. También debes tener en cuenta las capacidades de tu tarjeta gráfica y el almacenamiento interno.
Sobrecalentamiento del procesador
Si tu ordenador está funcionando al 100% todo el tiempo, es muy probable que no sea la propia CPU la que tenga la culpa, sino su sistema de refrigeración que está utilizando la máxima cantidad de recursos. Para rendir al máximo, la CPU debe permanecer fría. A ello contribuyen los refrigeradores instalados en el chasis del PC.
El mayor problema de cualquier sistema de refrigeración es el polvo, que obstruye constantemente los ventiladores. No puedes prescindir de una limpieza periódica. Por lo tanto, antes de sustituir tu PC o todos sus componentes, intenta comprobar el funcionamiento de la refrigeración desmontando el ordenador. Es posible que después de la limpieza, tu dispositivo funcione de forma más estable y el Administrador de Tareas de Windows 10 no muestre un mensaje de arranque al 100%.
Overclocking
La velocidad de un ordenador depende de la velocidad de reloj de su procesador. En un intento de sacar el máximo partido al dispositivo, muchos usuarios recurren al overclocking. A veces esto ayuda, a pesar del aumento de calor y ruido. Para aumentar las frecuencias, se puede utilizar el menú de la BIOS para cambiar la frecuencia del reloj.
Sin embargo, no pienses que el overclocking es la panacea para todos los ordenadores. En el caso de los dispositivos más antiguos, existe un gran riesgo de que fallen por completo. Además, los programas pueden bloquearse periódicamente y pueden producirse fallos aleatorios que hacen que el PC no arranque.
Problemas de software
Sin embargo, la causa más común del arranque del ordenador son los problemas de software. Es decir, problemas con el funcionamiento de programas y aplicaciones individuales. Esto es una gran ventaja para cualquier usuario, ya que puede solucionar el problema sin tener que sustituir componentes o realizar un complicado mantenimiento físico del hardware.
Limpieza de la ejecución automática
Primero, tienes que arreglar la función de ejecución automática. Sí, es una herramienta útil que te permite abrir automáticamente los programas necesarios después de encender el ordenador. Pero tener un gran número de aplicaciones en ejecución automática afecta negativamente tanto a la asignación de recursos como al rendimiento general del PC.
Utiliza las instrucciones para resolver el problema:
- Pulsa «Ctrl» + «Shift» + «Esc» para iniciar el Administrador de Tareas.
- Abre la pestaña «Autocargador».
- Haz clic en una de las aplicaciones innecesarias.
- Haz clic en el botón «Eliminar».
Se recomienda que hagas lo mismo con todos los programas posibles. Cuantas menos aplicaciones tengas en el arranque automático, menos recursos consumirá tu ordenador.
Actualización de la BIOS
No es infrecuente que un procesador se cargue mucho debido al uso de un software de menú de la BIOS obsoleto. Es obligatorio actualizarlo yendo a la pestaña «Actualizar» en la configuración de la BIOS.
Ayuda. Para entrar en la BIOS se utiliza una combinación de teclas que difiere según el fabricante de la placa base.
Desactivar el antivirus
La congestión de la CPU también suele estar asociada a las aplicaciones antivirus. El hecho es que estas aplicaciones están constantemente buscando plagas. Esto requiere muchos recursos de tu ordenador. Cuando la carga alcanza el 100%, el software antivirus no debe utilizarse.
Pero incluso si no has instalado un programa como Kaspersky Internet Security o Dr. Web, deberías desactivar el Windows Defender incorporado, que también utiliza muchos recursos del PC:
- Abre la Configuración a través del menú Inicio.
- Utiliza el cuadro de búsqueda «Configuración» para encontrar la sección «Protección contra virus y amenazas».
- Haz clic en «Gestionar la configuración».
- Bajo el epígrafe Protección en vivo, mueve el deslizador a la posición «Desactivado».
Con el antivirus desactivado, debes tener cuidado con todos los archivos que descargas y los recursos de Internet que visitas. El ordenador será más susceptible a las amenazas, pero su carga se reducirá un poco.
Desactivación de servicios
Para mejorar el rendimiento, es importante no sólo desactivar la carga automática de aplicaciones en el Administrador de Tareas, sino también limitar el funcionamiento de algunos servicios. Por ejemplo, los que se encargan de instalar automáticamente las actualizaciones. Sí, esta opción es muy útil, pero su efecto sobre la CPU es más notable que su beneficio práctico. El ordenador se ve obligado a buscar actualizaciones en tiempo real, utilizando un gran porcentaje de la potencia de procesamiento de la CPU.
Para desactivar el servicio necesitarás:
- Ejecuta la ventana «Ejecutar» con la combinación de teclas «Win» + «R».
- Introduce la consulta «services.msc».
- Haz clic en el servicio «Centro de Actualización de Windows».
- En las propiedades del servicio, selecciona el tipo de inicio «Desactivado».
- Guarda los cambios.
El problema puede afectar también a otros servicios. El Centro de Actualizaciones de Windows es sólo el proceso más evidente que suele afectar al rendimiento de los componentes del PC. Por tanto, no está de más comprobar si los demás servicios deben activarse.
Restablecer el plan de energía
Otra solución al problema es restablecer el plan de energía. El ordenador es capaz de funcionar en varios modos, y la activación de las funciones de ahorro de energía puede tener un impacto negativo en el rendimiento. Por tanto, sigue las instrucciones:
- Abre el «Panel de control».
- Ve a «Fuente de alimentación».
- Haz clic en el epígrafe «Ajuste del circuito de alimentación».
- Haz clic en «Restaurar la configuración por defecto del circuito».
- Guarda los cambios.
En un ordenador portátil, tienes que proceder de forma diferente. Haz clic en el PCM en el icono del nivel de carga en la bandeja del sistema, ve a «Opciones de energía» y selecciona el modo de rendimiento. De lo contrario, tu portátil será extremadamente lento. Especialmente cuando se realizan varias tareas al mismo tiempo.
Acabar con un proceso problemático
En un intento de encontrar una forma de resolver el problema, asegúrate de examinar los indicadores del Administrador de tareas. No sólo muestra qué porcentaje de los recursos de la CPU se está utilizando actualmente, sino también qué procesos están consumiendo más energía. Hay que cerrar el programa que más afecta a la CPU.
Actualizar los controladores
Por último, es importante asegurarse de que el hardware (incluido el procesador) funciona con los controladores actuales. Si no es así, hay que actualizar el software. Para ello, utiliza la interfaz del Gestor de Dispositivos, que puedes encontrar a través del cuadro de búsqueda.
A continuación, haz clic en el nombre de la CPU y haz clic en «Actualizar controlador». Un icono amarillo con un signo de exclamación indicará que hay una actualización disponible para la CPU o cualquier otro tipo de hardware. Las actualizaciones también se pueden instalar manualmente descargando la distribución desde el sitio web oficial del desarrollador.