¿Deberías actualizar Windows 10, pros y contras y puedes desactivarlo?

La aparición de nuevas versiones de la familia de sistemas operativos Windows va acompañada del obligado debate sobre si los cambios propuestos son necesarios para el consumidor. La utilidad de los cambios introducidos no siempre es obvia y siempre es discutible si hay que actualizar Windows 10. Win 10 ha provocado el descontento de los usuarios con su agresiva política de implantación y las actualizaciones obligatorias del sistema operativo.

Por qué necesitas actualizar tu sistema Windows a Windows 10

La experiencia de los usuarios sugiere que no todas las innovaciones de Windows son útiles, las versiones implementadas siguen siendo crudas y consumen muchos recursos. Desaparecen las aplicaciones conocidas, es posible que haya conflictos de software, pueden faltar los controladores de los periféricos utilizados.

Pero la actualización a «diez» es necesaria, aunque sólo sea por la afirmación de que es la última versión. Otra razón de peso es dejar de dar soporte a las variantes que funcionan, pero que son más antiguas.

Beneficios de las actualizaciones

Al fin y al cabo, no hay que descartarlas por completo:

• Las actualizaciones del sistema son gratuitas y no requieren que el usuario controle su frecuencia y conveniencia;
• se realiza una actualización de la interfaz del sistema para mejorar la navegación al utilizar el dispositivo;
• mejoras en el código, las revisiones del conjunto de controladores mejoran el rendimiento;
• Las pruebas de los nuevos programas informáticos identifican los más viables y funcionales, sustituyendo los programas obsoletos o poco desarrollados; aumentando el conjunto de herramientas con las que se puede trabajar.

En el caso de Windows 10, sigue siendo necesaria una nueva versión debido a los nuevos productos. El navegador Microsoft Edge sustituye al aclamado Explorer, que según los desarrolladores tiene características únicas, incluye útiles extensiones para los navegadores de la competencia, se controla mediante comandos de voz y se mejora constantemente. Los antivirus incorporados, por definición, deben actualizarse sistemáticamente. El asistente de voz Cortana espera una versión completa en ruso.

Los cambios que se producen pueden pasar desapercibidos para el usuario, sin embargo, se producen constantemente y a propósito. Cada una de ellas reduce la carga de la CPU y mejora la sincronización con los dispositivos portátiles, como los teléfonos inteligentes y las tablets.

Debilidades identificadas

El punto álgido de la insatisfacción con el nuevo sistema operativo fue la imprevisibilidad de los cambios y la imposibilidad de posponerlos o rechazarlos. De las molestias impuestas, las críticas incluyeron:

• Aumento del consumo de energía, reduciendo la duración de la batería, causado por las necesidades de Cortana;
• Desinstalación autónoma, no autorizada y anónima de programas e incluso controladores innecesarios, en opinión del SO;
• Una implementación obstinada del navegador Edge;
• Publicidad agresiva y no desactivada de las aplicaciones de la tienda de Microsoft.

Win 10 ha empezado a pasar de ser un producto a un servicio autónomo cuyo control sobre sus acciones no está al alcance del consumidor.

¿Es posible desactivarlas?

Hay una opción en el Centro de Actualización de Windows para retrasar la fecha de actualización en 35 días:

• pulsa el botón de inicio;

• Ve sucesivamente a: Configuración – Actualizaciones y Seguridad – Centro de Actualización de Win;

• Establece la fecha deseada en la «Configuración avanzada» del Centro de Actualización.

Sin herramientas de terceros, en modo manual, los cambios se pueden desactivar completamente de la siguiente manera:

• en la línea de comandos introduce gpedit.msc, y pulsa «OK»;

• Ve a: «Configuración del equipo» – «Plantillas administrativas» – «Componentes de Windows» – «Centro de actualizaciones»;

• encuentra la línea «Configurar la actualización automática», pulsa «Enter»;

• En «Configuración» selecciona «Desactivado».

Puedes ahorrarte la molestia de hurgar en la configuración utilizando las herramientas de desactivación de actualizaciones: la aplicación Win Updates Disabler o la utilidad Windows Update Blocker, o Simplewall.